27 de septiembre de 2008

Victoria de Samotrace

Hoy quiero llevaros por unos instantes a la antigua Grecia, porque es de allí (y no de la famosa campaña publicitaria de Movistar) que me ha venido la idea llamar mis cursos de expresión creativa “Dale alas a tu voz”.

Concretamente, me gustaría presentaros la figura de la Victoria de Samotrace (ver arriba), una diosa-mujer que me ha impactado, fascinado e inspirado desde el primer momento en el que la vi, porque parece viva: todo en ella comunica energía, movimiento y determinación. Consciente de su procedencia divina, vence la inercia del mármol y lo llena con belleza y vida palpitante.
Y a la vez, tiene una presencia humana sobrecogedora, está aquí y ahora, conectada con su cuerpo, con sus emociones y pensamientos, contemplando sin miedo este mar tumultuosa que la rodea. Es entera y coherente porque se ha vencido a si misma desde la noche de los tiempos y no tiene miedo de ponerse a prueba de nuevo, cada día, en cada instante.

En este sentido os invito a darles alas a vuestros sueños, a vuestras vidas, a vuestras voces para que logremos tomar consciencia, cada vez más, de los humanos divinos (o dioses disfrazados de humanos) que somos. Y qué mejor que el canto y la música para lograrlo, que

según la leyenda conmocionan incluso a las piedras?

Sigrid

2 de septiembre de 2008

Donde esté tu tesoro...

Deseo que hayáis pasado un buen verano, y quizás, fuisteis incluso a la playa donde - al menos en los cuentos - suelen encontrarse los tesoros… ¿habréis hallado el vuestro? Sea como sea, me atrevo a afirmar que encontrar un tesoro es una cosa, evidentemente muy valiosa. Transportarlo a casa (sobre todo si tenemos que facturar una maleta extra) y darle un significado en nuestra vida diaria es otra, y a veces costosa.

Imaginemos por un momento que a lo largo de nuestras vacaciones hayamos encontrado un tesoro precioso, compuesto por momentos de paz, descanso y bienestar. ¡Qué bien! Pero con solo pensar en que tendremos que volver a casa y encontrarnos de nuevo con nuestros vecinos, las facturas, el jefe o la jefa, la vuelta al cole, la nevera vacía y el correo lleno de cientos de mensajes urgentes…nuestro tesoro se desvanece. Rien à faire!

Ya nos ha pasado otras veces… pero ahora ya no estamos dispuestos a volver a perder nuestro tesoro. Cierto?
Para no dar más ali-mentos a nuestra mente, pero nutrir nuestro corazón (=la casa donde reside nuestro tesoro), os proprongo un plan de prevención especial con “ali-cantos”. En función de vuestra disponibilidad, podéis escoger entre varias fórmulas y horarios. Consulta aquí el calendario de actividades para conocer los próximos talleres de voz.
Sigrid