23 de julio de 2008

Con paciencia y buenos alimentos...

La sabiduría popular es una de las pocas cosas que superan los calores veraniegos y demás cambios emocionales, monetarios y planetarios que nos retan a diario. Por ello, no nos perdamos una pizca de ella y vayamos por partes.

Primero viene lo de la paciencia, que puede parecer de entrada un poco resabido y aburrido. Aprovechando el poder del anclaje lingüístico, os propongo una nueva forma de escritura: paz-ciencia. La ciencia que conduce a la paz. ¿
Qué mejor que unos buenos alimentos para conducirnos hacia esta paz tan deseada?

Todos (al menos los-las que nos encargamos de estos asuntos mundanos) sabemos que la cuestión de los buenos alimentos empieza por la compra. ¿Dónde encontrar estos alimentos que nos sientan verdaderamente bien? En mi caso, tengo mucha suerte, porque tengo cerca de casa un pequeño supermercado donde compro a menudo. Es un supermercado de barrio, nada del otro mundo, si no fuera por una sola cosa: cuando voy allí y compro mis tomates, yogures y galletas, me suelo poner de buen humor, simplemente porque siempre tienen puesto música maravillosa. Así, el otro día al terminar mi compra, me pregunté: “que más necesito?” y la respuesta me vino directamente de la mano (o las bocas) de los Beatles con “all you need is love, da-pa-da-pa-dahhhhhhh…all you need is love…”. Efectivamente, lo que necesitaba en aquel momento no era una lata de maiz, sino precisamente esta canción.


Con lo cual quiero proponeros una dieta suplementaria maravillosa. Es rica en energía, pero no engorda, incluye oligoelementos vitales para nuestro alma, es rica en vitaminas rítmicos, es apta para diabéticos y es libre de gluten, no tiene contraindicaciones respecto a otros tratamientos, es totalmente biodegradable, y cuenta con una tradición milenaria. Y se llama… música en directo (es decir, se consume fresco)*.
* como siempre, productos enlatados tienen virtudes similares pero actúan con fuerza menor.

Para simplificar, os recomiendo mis productos preferidos en dos de los “supers” más grandes y conocidos en Barcelona: el Auditori y el Liceo.


Aparte de estos grandes supers, hay muchos pequeños colmados, los parques en verano y las iglesias en invierno, que además salen muy bien de precio. Y luego, hay otra alternativa estupenda que es convertirte tú mismo/a en música, sencillamente cantando o/y tocando tambores, carillones, la guitarra…lo que quieras. Mira un momento la Contra de Deforia Lane y sabrás con certeza clínica que es la mejor manera de conectar con tu salud.

Buen verano a todos y todas. Volveremos a encontrarnos en septiembre, vosotros morenos y felices y yo solo feliz (¡soy una chica del norte!). Os espera un sabroso menú de nuevas citas musicales.

Sigrid


1 de julio de 2008

¿Eres artista? - ¿Yo? - Claro que sí, quien debería serlo, sino tú?

Menos mal que hay algunos publicistas inspirados que nos recuerdan, que, en el fondo, todos somos artistas. Tal como se puede leer un anuncio del Institut del Teatre: “el arte es una manera de vivir” (of course, el original está en “català”).

Pero se entiende más allá del idioma que utilizamos: todos nosotros somos artistas y creamos nuestra vida por cómo la vivimos, por cada decisión que tomamos a lo largo de cada día (de las noches no hablo).

El verano nos ofrece un escenario estupendo para reconocer nuestro lado artístico en las actividades aparentemente más profanas. Y es allí donde la voz nos da una oportunidad muy buena para empezar a jugar: descubrimos nuevos colores y posibilidades dentro de lo que pensamos que es (o era) nuestra voz. Y la buena noticia es que con más confianza vocal y vital igual os sale más fácil pedir un aumento de sueldo de “viva voce” al volver de las vacaciones. O declararos al (o a la) que adoráis…Las posibilidades son infinitas y tu voz es única. ¡Adelante!

Sigrid