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En realidad, la historia de María – Myriam en hebreo – es la historia de un parto y de un renacimiento. La historia del nacimiento de Jesús, la conocemos todos, es el punto culminante de un embarazo poco común: la encarnación del verbo.
Al final de la historia – y eso es lo que nos cuenta Dvořák en su Stabat Mater - hay un renacimiento a la vida celeste. Para Myriam, eso significa otro parto, en el cual entrega su hijo a su origen divino. Con este gesto, humilde y grande, se convierte en madre celeste, la matriz última de la cual todos somos hijos e hijas.
El artículo “Encontrate” así como la sugerencia musical de este mes os invitan a renacer, en cada instante, a vuestra identidad divina. Abrazos profundos y azules como el océano,
Sigrid
> Encontrarte con el Stabat Mater [pdf]
> Sugerencia musical noviembre'09